NOGUÉS BLASCO, PALOMA
Escrito en primera persona, es la propia María quien, al final de su vida, le va contando a Sancho, su marido muerto hace veinticinco años, los episodios de su interesante y desconocida vida en forma de recuerdos.
Poco se ha escrito sobre la protagonista de esta biografía novelada, María de Molina, que reinó en Castilla y León durante tres mandatos, de unos
veintisiete años en total: su primer reinado, como consorte de Sancho IV, el segundo tras la muerte de su marido, durante la minoría de edad de su hijo
Fernando, y el tercero, a la muerte de este, cuando su nieto Alfonso, de un año de edad, heredó la corona, y ella reinó hasta que murió.
Mujer de fuerte personalidad y carácter íntegro y conciliador, gobernó de la mano de las Cortes logrando el apoyo de los procuradores de las ciudades, del clero y, con mayor dificultad, de los nobles en una época conflictiva. Sus principales objetivos fueron una política pacifista, un desarrollo cultural y artístico de alto nivel y unas negociaciones diplomáticas con los reinos vecinos, Portugal, Aragón, Granada y Francia, que permitieron conservar la corona castellanoleonesa en la estirpe fundada por Sancho IV y ella misma.
El siglo XIII en los reinos de Castilla y León se caracteriza por ser un momento excepcional en el ámbito cultural y artístico. Fue época de tolerancia y de enorme intercambio cultural. Además, fue el momento de construcción de las catedrales góticas, de creación de muchas universidades o estudios generales, del nacimiento de la novela, de esplendor en poesía y música.
Los personajes, datos y acontecimientos históricos que se narran en la novela van acompañados de situaciones personales y anécdotas noveladas para conseguir un tono verosímil de la época que se quiere reflejar.