CABALLERO GRANADOS, MANUEL
La energioterapia se fundamenta en orientarse adecuadamente, con objeto
de dirigir hacia el cuerpo un determinado nivel de la energía magnética
terrestre, a fin de recuperar aquellas áreas orgánicas que carecen de energía suficiente para estar sanas. Para que el flujo energético alcance el
organismo es preciso orientarse hacia las líneas del campo magnético, que
siempre circulan en ángulo recto de la corriente que les da origen.
La fuerza de la energía que actúa en el organismo es tan real y potente que,
a veces, produce reacciones sorprendentes. Este comportamiento es
debido a que, antes de curar, la energía debe expulsar todo lo negativo
existente en el enfermo, y eso, a menudo, puede causar dolor, erupciones,
hinchazones, picores u otras manifestaciones insólitas que no se han de
interpretar como un agravamiento de la enfermedad, sino como un signo
positivo de revitalización y expulsión de toxinas.
En general basta con practicar correctamente un día, para que la progresión del mal se detenga.