EL PRISIONERO DE LA AVENIDA LEXINGTON

. LA CRÍTICA OPINA… «Uno de los más brillantes cuentistas de nuestro panorama. Enseguida reconocemos su lenguaje, que maneja con sobriedad y elegancia.» Ana RODRÍGUEZ FISCHER Babelia-El País (9.4.2011) «Poro a poco ha perfeccionado su estilo narrativo; construye cuentos de alcance cada vez mayor, aun manteniendo el carácter realista y verosímil de las historias.» Ricardo SENABRE El Cultural-El Mundo (4.2.2011) «Verdadero corredor de fondo del cuento español y ganador de casi todas las medallas del circuito, Calcedo rebasa con este último libro de relatos la meta más importante de su trayectoria.» Sergi BELLVER Revista TIEMPO (25.02.2011) «Los libros de Calcedo no son mera recolección, una decena, una docena de historias. Son telas de araña que nos atrapan, nos envuelven e incluso nos engullen. Gran libro éste de Calcedo. Grande, grande.» Javier GOÑI Revista TURIA (junio-octubre 2011) «Uno de los mejores cuentistas contemporáneos. En sus libros hay un sustrato común, un estilo propio. Ha conseguido levantar un mundo literario reconocible.» José Luis MARTÍN NOGALES Diario de Navarra (20.4.2011) «Calcedo teje relatos de honda emoción mediante recursos literarios de los que están ausentes los casi inevitables lugares comunes del sentimiento.» Nicolás MIÑAMBRES Diario de León-El filandón (15.5.2011)

Algunas ciudades ocupan tanto espacio en nuestro subconsciente que incluso se pueden pasear en sueños. Son como parientes lejanos que por fin tienes ocasión de conocer. No te suelen defraudar. Visitadas, te procuran una intimidad ajena a esos lugares comunes donde el turista busca la inmortalidad. Los cuentos que reúne "El prisionero de la avenida Lexington" ?escritos por Gonzalo Calcedo antes, durante y después de una estancia en Nueva York?, no pretenden ser un homenaje ni un complemento a esa guía de viajes apócrifa que todos llevamos dentro. El autor, referencia de la narrativa breve hispana actual, traza aquí un recorrido frugal y naif por una ciudad que, incluso pisada y palpada, parece imaginaria.