BOFF, CLODOVIS
I. Introducción La meditación hoy y su importancia Valor antropológico, y especialmente terapéutico, de la meditación Intención de este trabajo Las fases de la vida espiritual y la meditación Los que hoy despiertan en busca de espiritualidad Más que mera reflexión, la meditación es la búsqueda de la unión con Dios La reflexión devota es necesaria para sentar las bases del camino espiritual La meditación es más para «sentir» que para saber La aridez espiritual es cuando ya no se «siente» a Dios En el desierto, seguir caminando Diferencias entre meditación, lectura espiritual y lectio divina Preparación para la meditaciónII. El método de meditación: la «rumia» ¿Qué es método? Ventajas y límites Los métodos de meditación que vienen de Oriente El método de meditación aquí propuesto: la «rumia» recuperadaExcurso I. El método de la «rumia» a lo largo de la tradición cristiana En el Antiguo Testamento En el Nuevo Testamento En la tradición de los Padres y de los monjes La racionalización de la meditación a partir del segundo milenio Los métodos de meditación de la Edad Moderna: permanencia de la «rumia»Excurso II. Sobre el uso de un mantra personalEsquema completo del método de meditación aquí propuesto III. Explicación del método propuesto Entrada Ponerse en la presencia de Dios Pedir la luz del Espíritu Santo Cuerpo del método Salida Última advertencia muy importante: la perseveranciaBibliografía sumaria
El hombre moderno ha olvidado el arte de meditar, ha ido a la Luna, pero aún no sabe entrar en su propio corazón. El trajín cotidiano nos deja descentrados y dispersos. Perturbados, vivimos volcados hacia fuera. Así, corremos el riesgo de perder nuestra identidad. Nos quedamos sin saber quiénes somos y hacia dónde vamos. La frenética rutina de nuestro tiempo lleva fácilmente al estrés y a un cúmulo de enfermedades ligadas a él.En este libro sugerimos un método particular de meditación. Nunca se nace sabiendo; es necesario aprender. En la vida espiritual es preciso, primero, dejarse instruir sobre las cosas de Dios, para después experimentarlas por uno mismo. Importa partir de la base sólida de la gran Tradición, a fin de garantizar la autenticidad del propio camino y no perderse en autoengaños.
