Lou Reed: El Juego de las Máscaras se adentra en las sombras de un pasado siempre en proceso de mutación. Invitación a empaparse de los quince meses más relevantes del gran poeta eléctrico, entre noviembre de 1972 y febrero de 1974, Lou Reed empalmará tres clásicos consecutivos que forjarán un mito no siempre ponderado con la panorámica más profunda, precisamente. Mucho más que simples discos representativos de su época, entre las páginas de esta obra se cuece la vital transcendencia en la relación de amor-odio que Reed siempre ha tenido con el bastardo Transformer, el maldito Berlin, y el obligado Rock & Roll Animal. De esta manera, entraremos, cuchillo en mano, hasta el corazón de esta época de rock transformista como no puede ser de otra manera: con la sangre hirviendo, la panorámica al máximo, y armados de un crisol de perspectivas contrastadas que ayuden tener el cuadro más completo y matizado posible.
Viaje desde las entrañas del Lou Reed que primero nos enamoraba con Perfect Day y Satellite of love, hasta el sanguinolento amasijo emocional que queda tras enfilar la salida de los erosionados aposentos de Berlin. A partir de ahora, empieza el carrusel de contrastes, ese que ha sido el motor del Lou Reed en los 70: cielo en infierno, arrebato y exorcismo, dolor y salvación, literatura y rock. Siendo así, bienvenidos a la función; el juego de las máscaras acaba de echar a rodar.
