La ambición no es algo malo. Es urgente que recuperemos el deseo de grandeza y el entusiasmo por seguir adelante. Porque Dios es ambicioso con cada uno de nosotros, y nos enseña también a serlo.
Vista previa: BIENAVENTURADOS LOS AMBICIOSOS. CÓMO CORRESPONDER AL DESEO DE DIOS
This website uses cookies, both its own and those of third parties, to improve your browsing experience. If you go on surfing, we will consider you accepting its use here or change the configuration.