SÁNCHEZ BLESA, MARÍA MAGDALENA
Jamás un conato de daros la vuelta
Jamás una huida, por muchos que sean
Jamás ningún miedo, y si acaso os diera,
Jamás os lo noten, que no se den cuenta
Jamás un me rindo, si no tenéis fuerzas
Aunque fuese a gatas, llegad a la meta
Que nadie os acuse
¡miradme a la cara!
Que nadie os acuse de dejar a medias un sueño imposible
(Si es que los hubiera)
Yo no los conozco,
Y mira que llevo yo sueños a cuestas
Jamás, y os lo digo como una sentencia, ¡miradme a la cara!
Jamás en la vida paséis por el lado de cualquier persona sin una sonrisa
No hay nadie en el mundo que no la merezca
Hacedle la vida más fácil, ¡miradme!
A cada ser vivo que habite la tierra
Jamás se os olvide que en el mundo hay guerra
Por pasar de largo sin gloria ni pena delante de un hombre
Y no preguntarnos qué sueño le inquieta
Qué historia le empuja,
Qué pena lo envuelve,
Qué miedo le para,
Qué madre lo tuvo,
Qué abrazo le falta,
Qué rabia le ronda,
Qué envidia lo apresa
Jamás, y los digo faltándome fuerzas,
Si el mundo se para,
Os quedéis sentados viendo la manera de que otro lo empuje
Remangaos el alma,
Sed palanca y rueda,
Tirad de la vida vuestra y de quien sea,
Que os falte camino,
Perded la pelea contra los enanos
No sed los primeros,
Que os ganen los hombres que no tienen piernas
No sabedlo todo,
Dejad que contesten los que menos sepan
Las manos bien grandes,
Las puertas abiertas,
Anchos los abrazos, fuera las fronteras
Hablad un idioma claro, que se entienda
Si estrecháis la mano, hacedlo con fuerza
Mirando a los ojos,
Dejando una huella
Prestad vuestra vida,
Regaladla entera
Que a nadie le falte ni una gota de ella
¡Cantad!
Que cantando la vida es más bella
Y jamás, os hablo desde donde nazca
El último soplo de vida que tenga,
Jamás una huida,
Por muchos que sean
Magdalena Sánchez Blesa (Puerto Lumbreras, Murcia) es poeta, con mayúsculas. Con tres libros publicados, está a punto de lanzar una nueva obra, Manual para mis hijos, donde se incluye un poema que gracias a las redes sociales está haciéndose viral en los últimos tiempos.
El poema en cuestión lleva por título Instrucciones a mis hijos, y es un alegato, una defensa de una forma de encarar la vida que busca que "el mundo vaya un poquito mejor", según sus propias palabras.
Por sus textos, es patente que Sánchez Blesa no se considera una superwoman, aunque su pluma, y su forma de recitar, tienen una fuerza y un poder casi sobrenatural.
"Jamás un conato de daros la vuelta, jamás una huida por muchos que sean..." es el principio de un poema-legado dedicado a sus hijos. Se trata de una auténtica declaración de intenciones, una filosofía de vida que pretende inculcar a "sus herederos", pero aplicable a cualquier persona.
Leer o escuchar (y re-escuchar, porque la segunda vez suena y hace sentir más que la primera) el poema muestra cómo encara la vida una mujer que estudió Filología Hispánica y Arte Dramático, y que se gana la vida en la cocina de un restaurante, el mismo que utilizó como escenario para grabar la película Las aventura de Moriana. Sí, ella también es actriz y productora.
"Jamás ningún miedo, y si acaso os diera; jamás os lo noten, que no se den cuenta" sigue el texto, recitado por una mujer que parece encarar con esa filosofía su enfermedad, un cáncer del que se está tratando.
"Jamás un me rindo, si no tenéis fuerza; aunque fuese a gatas, llegad a la meta" continúa el poema, una defensa a ultranza de la resilencia, de la capacidad de lucha y de persecución de los objetivos que cada uno se marque en la vida. Aunque más que objetivos, son sueños. "Que nadie os acuse, miradme a la cara; que nadie os acuse de dejar a medias un sueño imposible, si es que los hubiera. Yo no los conozco, y mira que llevo yo sueños a cuestas".
Pero el poema es mucho más que eso. También habla de la necesidad de hacer un mundo mejor a través del comportamiento cotidiano. Rescata la necesidad de empatizar con otras personas, porque es cierto que hasta la peor de las noticias puede decirse y suena mejor con una sonrisa. "Jamás. Y os lo digo como una sentencia, miradme a la cara, jamás en la vida paséis por el lado de una persona sin una sonrisa; no hay nadie en el mundo que no la merezca. Hacedle la vida más fácil, miradme, a cada ser vivo que habite la tierra. Jamás se os olvide que en el mundo hay guerra, por pasar de largo sin gloria ni pena delante de un hombre y no preguntarnos qué sueño le inquieta, qué historia le empuja, qué pena lo envuelve, qué miedo lo para, qué madre lo tuvo, qué abrazo le falta, qué rabia le ronda o qué envidia lo apresa".
Magdalena Sánchez Blesa cree en el poder de la acción individual, en el efecto de la mariposa presente en la teoría del caos, en el tomar las riendas de la vida y en la solidaridad. "Jamás, y os lo digo faltándome fuerzas, si el mundo se para os quedéis sentados mirando la manera de que otro lo empuje. Remangáos el alma, sed palanca y rueda. Tirad de la vida vuestra y de quien sea. Que os falte camino, perder la pelea contra los enanos. No sed los primeros; que os ganen los hombres que no tienen piernas. No sabedlo todo. Dejad que contesten los que menos sepan".
La escritora cree en los actos sinceros, en el compromiso. "Las manos... bien grandes, las puertas abiertas. Anchos los abrazos, fuera las fronteras. Hablad un idioma claro, que se entienda. Si estrecháis la mano, hacedlo con fuerza, mirando a los ojos, dejando una huella".
Y no olvida dejar su espacio a la belleza... de la vida, y en esa idea férrea, a la que desde el final vuelve al principio, como si del ciclo de la vida se tratase, de la lucha y de la capacidad de afrontar la vida sin miedo a encontrar resistencia. "Prestad vuestra vida, regaladla entera, que a nadie le falte ni una gota de ella. Cantad, que cantando la vida es más bella. Y jamás, os hablo desde donde nazca el último soplo de vida que tenga, jamás una huida, por muchos que sean".
Palabra de una "poeta de aceras y de patios" que, como bien reza en la biografía de una red social, únicamente pretende, "desde mi humilde persona y a través de mi poesía, dejar un mundo más limpio". Que así sea.