JESÚS JAVIER LÁZARO PUEBLA
ión de tiempo que la poesía de Jesús Javier Lázaro Puebla, de la que hasta ahora ha hecho tres entregas Canción para una amazona dormida (Rialp, 1991), Las puertas del tiempo (Vitruvio, 2005) y El verano de los flamencos (Polibea, 2011), en intervalos regulares de seis años entre obra y obra, aglutinara los elementos paradisíaco, órfico y terrenal que en otro lado sostuvimos caracterizaba su propuesta poética para elaborar en este Contar la vida una visión estelar que diríamos con Valle-Inclán, panóptica, ubicua, totalizadora..La cuarta entrega de la poesía de Lázaro Puebla reafirma su convicción en la naturaleza vegetal y mineral del ser humano, pero aporta como novedad, desde la imaginería surrealista, la conciencia de que esa naturaleza subterránea y a la vez cósmica es el tapiz de fondo de una representación social, histórica y política llamada a desequilibrar el orden y también el caos, cómo no, permítaseme el oxímoron establecido por el movimiento de los cuerpos celestes y por el continuo y mudo temblor de la tierra aparente y engañosamente quieta..Desde esa perspectiva, no es extrañ