JONSSON, LARS
Lars Jonsson es dibujante, escritor y ornito´logo. Hace an~os compro´ una vieja granja en la isla de Gotland, a unos cien kilo´metros de la costa sueca, y se traslado´ alli´ a vivir con su familia. Tuvo que hacer algunos arreglos, especialmente a la hora de transformar el destartalado granero en un taller de artista, pero merecio´ la pena. Al fin y al cabo, un lugar como Gotland siempre habi´a sido el suen~o de un hombre como Jonsson. La isla es una meseta de piedra caliza, batida por los vientos del Ba´ltico, que se derrama, en una direccio´n y otra, por impresionantes acantilados. Y, sobre todo, es el refugio natural de multitud de especies de aves, muchas de las cuales residen alli´ y otras la utilizan como inexcusable parada en sus viajes migratorios. ¿Que´ mejor lugar para un artista apasionado por la ornitologi´a?
Desde su reformado granero, Jonsson ha ilustrado numerosas gui´as de campo por las que esta´ considerado uno de los mejores dibujantes de aves del mundo. Sin embargo, un buen di´a penso´ que le gustari´a hacer una gui´a «distinta». Una gui´a que fuera y no fuera una gui´a. Una gui´a que le permitiera al lector aprender a reconocer las aves ma´s destacadas del continente (pra´cticamente todas presentes en nuestro pai´s) y, a un tiempo, que estuviera ilustrada con una libertad este´tica y un desarrollo arti´stico muy superiores a los de cualquier otra gui´a. Una gui´a con la que aprender cosas fundamentales sobre esas aves, pero en la que encontrar tambie´n el tipo de historias que no aparecen en las gui´as, como, por ejemplo, los relatos curiosos que ha escuchado y las ane´cdotas que e´l mismo ha vivido a lo largo de de´cadas dedicado a dibujar todo tipo de seres emplumados, a tratar de comprenderlos y a establecer asi´ una aute´ntica conexio´n con ellos. El resultado es este impresionante volumen que celebra y explora la belleza de las aves, y la pasio´n ilimitada que algunos humanos sentimos por ellas.
«Intento capturar el ave en un tiempo y lugar precisos para crear una presencia absoluta, para romper la barrera entre nosotros y lo salvaje. So´lo cuando me siento fuertemente conectado con mi entorno soy capaz de llegar a algo que merezca la pena. Esa necesidad de conectarse en un sentido ma´s profundo con la naturaleza me lleva a pasarme largas horas observando y realizando mis esbozos en el campo. El la´piz y los pinceles son mis herramientas para expresarme como ser humano y, con suerte, rozar con las yemas de los dedos la relacio´n antigua y misteriosa que mantienen el hombre y la naturaleza».
Lars Jonsson