CARAVIAS AGUILAR, JOSÉ LUIS
Presentación de la edición españolaIntroducción¿Ateísmo o idolatría?Experiencias progresivas de Dios
Primera etapa. El Dios de los patriarcas 1. Abrahán y Sara: el Dios capaz de cumplir sus promesas2. Agar: la esclava a la que ayudó Dios3. Jacob: Dios fiel que purifica al «fuerte»4. Moisés: el Dios liberador de los oprimidos El Dios de los oprimidos Los temores del líder El Dios de Moisés El Dios del Sinaí5. Josué: el líder que implementa el proyecto de Dios6. Débora: la mujer que se sintió madre de su pueblo7. Gedeón: Dios que libera a los pobres a partir de su propia culturaSegunda etapa. El Dios de los profetas Hombres de Dios y hombres de su tiempo El Dios de la historia Las primeras experiencias proféticas8. Samuel: el Dios de las personas honradas9. David: un gobernante que se humilla ante Dios10. Salomón: el joven sabio al que corrompe el poder11. Elías: ¿Yahvé o Baal?12. Amós: el Dios que exige justicia13. Oseas: el Dios fiel y misericordioso Infidelidad conyugal Ingratitud filial Idolatría del poder14. Primer Isaías: Dios santo a quien ofende la hipocresía y la injusticia15. Sofonías: los pobres que confían solo en Yahvé16. Josías: la reforma de un joven gobernante ingenuo17. Jeremías: la fuerza del amor a Dios y al pueblo Encuentro con Dios en el dolor El que conoce a Dios practica la justicia Dios que llama18. Habacuc y Nahún: Dios, Señor de la historiaTercera etapa. El Dios trascendente y creador19. Ezequiel: el Dios ágil que forja corazones nuevos Dios ágil y libre El Dios que exige conversión El Dios que da un corazón nuevo20. Segundo Isaías: el Dios consolador21. El Siervo de Yahvé: sufrimiento redentor22. Ageo y Primer Zacarías: Dios que anima a la reconstrucción23. Tercer Isaías: el Dios que alienta al pueblo24. Malaquías: es Dios el que se quejaCuarta etapa. El Dios de los sabios25. Rut y Jonás: Dios universal que ama a todos26. Cantar de los Cantares: el Dios de los enamorados27. Job: experiencia conflictiva de un Dios siempre mayor Job protesta contra Dios Dios se encuentra con Job28. Eclesiastés: el Dios de los pesimistas29. Eclesiástico: el Dios «sensato» de Jesús ben Sirá30. Daniel: Dios, el Señor de la historia31. Judit: belleza y valentía de la mujer creyente32. Macabeos: Dios que resucitaQuinta etapa. Experiencias de Dios en Cristo El Antiguo Testamento, camino hacia Jesús33. María: camino hacia Jesús34. Jesús: revelación del Padre Conocer a Dios desde Jesús Jesús, imagen del amor divino El gozo de que el Padre se revela a los pequeños La alegría de un Dios que sabe perdonar Orar al Dios de Jesús El eje central: «Padre nuestro celestial» Las tres peticiones que giran alrededor del eje El aterrizaje de las peticiones Jesús desenmascara las falsas divinidades En la cruz, Dios se revela como amor absoluto35. Pablo: experiencia viva de Jesús Una nueva relación con Dios Cristocentrismo de Pablo «¿Quién nos apartará del amor que Dios nos tiene en Cristo Jesús?» Dios, nuestro Padre36. La comunidad joánica: Dios es amor Evangelio: centralidad total de Jesús Cartas: el que ama a Dios, ama a su hermano37. Hebreos: Jesús, sacerdote intercesor Puente entre Dios y los hombres En todo semejante a sus hermanos38. Apocalipsis: el triunfo del Resucitado En tiempos de persecución Cristo, maravilloso y sublime, centro de todo Los enemigos del Cordero y su pueblo Triunfo definitivo de Dios en la historia39. Las primeras comunidades experimentan a Dios como Padre, Hijo y Espíritu Progresivo conocimiento de la Trinidad Misterio de amor Diversidad de roles Trinidad e historiaDespedidaBibliografía
La Biblia es un libro de fe. Su finalidad no es enseñarnos algo concreto definitivo sobre ciencias naturales o geografía; ni siquiera sobre historia. Su finalidad es revelarnos quién es Dios y quiénes somos los seres humanos. «Conocer» a Dios, según la Biblia, no es algo intelectual, sino vivencial. Por eso hablamos de experiencia de Dios. No hay en ella enseñanzas sobre Dios en un plano abstracto o esencialista. Dios se fue revelando a sí mismo a través de la historia, actuando de una forma muy pedagógica, lenta, práctica y progresiva, de acuerdo a los problemas del pueblo y a su capacidad creciente de comprensión. Fue educando la fe de su pueblo a lo largo de diversas etapas, respetando siempre su ritmo de crecimiento. Nosotros vislumbramos el misterio de Dios en la medida en que avanzamos en la hondura de nosotros mismos y en el mundo que nos rodea. Vamos precisando los rasgos divinos según vamos interiorizando las huellas que va dejando él en nuestras vidas.
