ELISA VÁZQUEZ
En ocasiones, los monstruos de los cuentos infantiles cobran vida y salen a la calle a buscar a sus víctimas. Toman la apariencia de personas normales; de hombres de sonrisa agradable. Estamos en peligro, porque su paciencia es infinita y no les importa esperar largo tiempo, hasta cogernos desprevenidos.
¿Es posible que alguien nos proteja de ellos? ¿Seguro que no existen los ángeles?
En cualquier caso, es necesario tener mucho cuidado
¡No lo olvidéis!