PEPE DE PIEDAD
Un año después de que se nos echara encima la encerrona pestífera, la primavera parecía volver a estar en su sitio, pero ya no sabíamos cuál era su sitio. El segundo Estado de Alarma que había decretado el Gobierno a finales de octubre se prorrogó hasta el 9 de mayo. Desde ese día quedaron suspendidos los toques de queda y los cierres perimetrales, se plantearon nuevas medidas de desconfinamiento y se nos concedió una innecesaria licencia para abrazarnos sin recurrir a los codazos.